Mike Tyson mide a la temible Nueva Ola de boxeadores de Rusia, Ucrania y Kazajstán

El ex "hombre más malo del planeta" habla sobre Sergey Kovalev, Gennady Golovkin, Ruslan Provodnikov, Vasyl Lomachenko y Evgeny Gradovich.

Estos chicos de Rusia y la antigua Unión Soviética, son luchadores feroces y despiadados. Y sabes qué? Son algunos de los mejores boxeadores del mundo en este momento. Tenemos una noción preconcebida de la gente de esa región siendo como Kublai Khan: Son sanguinarios, son crueles, quiero decir, son salvajes. Son descendientes de Atila y Gengis Khan. Y en verdad, ellos realmente tienen ese espíritu de lucha.

Vienen de haber nacido en circunstancias difíciles y al no ver otra manera de mejorar su situación deben golpear buscando su salida. Es algo con lo que definitivamente me puedo relacionar.  He pasado los últimos dos años y medio en la producción de un documental, dirigido por mi amigo Bert Marcus, que ahonda en esta idea. Se me mira a mí, Evander Holyfield y Bernard Hopkins dos de los más grandes boxeadores de mi época, y lo que se necesita para ser un campeón.

La película muestra que la lucha fuera del ring, tanto en la vida temprana de un boxeador y después de que termine su carrera, puede ser aún más terrible que en el interior del ring. Se trata de venir de la nada y convertirse en algo grande. Veo esa misma ferocidad en estos combatientes orientales que están ganando los campeonatos del mundo de hoy.

A veces uno no elige, el boxeo es el que te elige a ti. Es el único deporte que les permite escapar de la violencia y la pobreza a través del acto de la violencia misma. Estos boxeadores del Este están luchando para sobrevivir, y justo odian perder. Prefieren morir que ser derrotados en el ring. En mi mejor momento, creo que podría haber manejado a cualquier hombre en el planeta. Porque al igual que estos chicos, quería ganar. Necesitaba ganar. Yo lo deseaba más que cualquier otra cosa en mi vida. Y más que eso, tenía que lucir espectacular al hacerlo. El boxeo es para herir a su oponente y salir victorioso. Es así de simple. Es puro. Ha sido así desde el principio de los tiempos.

Mira a Sergey Kovalev, el campeón de peso semipesado de Rusia. Él es realmente feroz. Cuando usted le lanza un puñetazo a él, él va a responder con dos golpes. Eso es lo que hace que fuera difícil para Bernard Hopkins cuando se enfrentaron el año pasado. Kovalev lanza todos sus golpes con intenciones asesinas, y es intimidante en sí mismo. Bernard no consiguió ser noqueado, pero dudó en lanzar golpes porque sabía que algo malo iba a volver a él. Algo muy malo. Kovalev en realidad no pudo conseguir tanto crédito como se merece por derrotar a Bernard, porque Bernard tiene casi 50. Pero Bernard habría vencido cualquier otro peso semipesado en el mundo en esa noche a excepción de Kovalev.

O tome a Gennady Golovkin, el campeón de peso medio de Kazajstán. Lo que tiene es el terror de lo desconocido: el factor de intimidación psicológica, esa mística. Realmente no sabemos lo suficiente sobre él todavía. Pero a pesar de que es una especie de peleador no probado, ya se ha convertido en una figura casi legendaria. Creo que Kovalev y Golovkin ambos estarán entre las estrellas una vez que empiezan a pelear más con chicos de primer nivel.

Mi favorito de estos combatientes es el campeón de peso pluma de Ucrania, Vasyl Lomachenko. Él tiene el mejor récord amateur de la historia. Él es tan espléndido, puede luchar,  maldita sea! A mi mentor y entrenador, Cus D'Amato, le hubiera encantado este tipo. La defensa de Lomachenko es impecable. Y la defensa es el número uno de lo que necesitas para tener éxito en el boxeo. Pero también es un pegador muy inteligente. La posesión de una gran defensa y excelente agresión es lo que la da a él lo que una estrella hace. Cuando se piensa en Golovkin, cuando se piensa en Kovalev, estos chicos son salvajes. Son brutales. Pero ellos no tienen la defensa de Lomachenko.

Ruslan Provodnikov y Evgeny Gradovich son un tanto como de Siberia. Ese es un lugar difícil de llegar. Es la tundra. Lo único bueno es que viene de un lugar como ese, es una gran disciplina. He pasado tiempo en esa parte del mundo. La gente es absolutamente encantadora. Es muy raro que se vaya a ejecutar en un tipo maligno de persona, pero no trate de tomar ventaja de ellos. No vas a tener la oportunidad de redimirse, porque nos joden todo en Siberia.

No es de extrañar que estos chicos sean tan difíciles. En este deporte que los levanta a los más altos niveles. Pero la etapa inicial, cuando estás empezando como un luchador, es el más bajo de lo bajo. Eso es lo que es. Usted nunca verá en una pelea a un chico de Escuela de Derecho de Harvard como salvajemente lo hacen estos chicos. Nacemos en el infierno. Cada pelea que ganamos es un paso que nos lleva el diablo.

Acumulamos muchos pasos, y en nuestras mentes nos liberamos. Pero nunca sucede de esa manera. El infierno te sigue siempre, y cuando usted está involucrado en el deporte. Va a darle seguimiento siempre. La mayoría de los combatientes creen que están luchando por la gloria y el honor. En toda la actualidad, nacemos con honor. No podemos ganar el honor; sólo podemos perder el honor. Estamos luchando por algo que ya existe, que ya poseemos.