Terminamos cansados de leer tanta
incoherencia junta, cuando se habla de Guillermo Rigondeaux. La pregunta
que nos surgió luego de ver como destruyo a Sod Kokietgym en Macau,
China, fue. ¿Qué se habría dicho de Rigondeaux, si no se levantaba del
golpe que lo envió a la lona contra Nonito Donaire?….seguramente,
aquello terminaría por convertirse en la tapa que le faltaba al pomo,
para discriminar al que es en nuestra opinión, el mejor exponente del
boxeo en todas sus divisiones y probablemente el mejor LxL del momento.
Ahora resulta, que los fanáticos que
pidieron a gritos que el cubano cambiara su estilo por uno más agresivo.
Son en este momento, quienes se rasgan las vestiduras, luego de ver
como el Chacal, termino a un peleador que subió al ring más Cagado que
palo de gallinero, a una pelea en la que se le dio el trato que debía
recibir, por parte de un boxeador infinitamente superior. Luego, si la
pelea se ponía vieja, y Rigondeaux no terminaba a este inferior rival
como suponíamos debía hacerlo, seguramente las críticas no bajarían de
aburrido e incapaz hacia Guillermo Rigondeaux.
Definitivamente, estamos convencidos que
viajar tantas millas para pelear menos de un minuto, no solo era
insustancial sino que también era improductivo. Rigondeaux, llego a esa
pelea en la que no tenía absolutamente nada que ganar, al contrario,
todo lo que podía sacar eran aspectos negativos frente a un rival de
baja calidad puesto que, aquellos que deberían ser los rivales naturales
del cubano, han tomado una actitud poco menos que vergonzosa, al aludir
pretextos insustanciales para no enfrentarle.
Esta pelea no tiene aristas por donde
analizarla. En todo caso, en nuestra opinión, era una pelea de “Burro
amarrado, contra Tigre” en la que casi de antemano, estábamos seguros
del resultado. Sin embargo, el hecho de que un peleador que llego a
sobrevivir como Kokietgym, y al que antes de cada pelea se le recuerda
que “debe protegerse en todo momento” terminó por salpicarla al punto de
que ahora, no solo se le adjudica el cartel de aburrido a Rigondeaux,
sino que le puso otro de “sucio y antideportivo”…a veces me pregunto,
qué debe hacer este boxeador para ganarse el respeto de ese monstruo de
mil cabezas que es la fanaticada?
Nos resulta hilarante y al mismo tiempo
jocoso, leer opiniones de personas que antes de esta pelea de
Rigondeaux, esperaban con ansias ver cómo el combate se alargaba para
sustentar una hipótesis que les fue insertada en sus débiles mentes, por
un par hombres que durante largo tiempo, les han manipulado a su antojo
y que de paso, les venden, les han vendido y les venderán fantasías
amparados en los colores de una bandera y con el único propósito de
llevarlos cuales corderos, a las taquillas y a sus teléfonos, para
ordenar los eventos que arman en torno a ídolos prefabricados.
Guillermo Rigondeaux termino con este
tipo de rival, como se supone él debe hacerlo. Esperar menos que eso,
solo nos daría pie para asumir que el cubano, no tiene lo que se ha
pregonado durante mucho tiempo y que está lejos de ser considerado uno
de los mejores en todas las divisiones. Quienes no logren digerir esta
verdad que es del tamaño de un rascacielos, está muy lejos de ser
llamado un fanático del boxeo. Obviamente, ahora vemos como, aquel
fanático que independientemente de sus raíces o nacionalidad, era capaz
de ver las cualidades de un boxeador, paulatinamente fue extinguiéndose y
surgió esta nueva generación a la que construyeron amparada en los
colores de una bandera y que poco sabe de este ni de aquel boxeo.
Hoy todo el boxeo que vemos y que
veremos, pasa tristemente por ese filtro. Quienes manejan los hilos de
este deporte, se aseguraron de que el boxeo no, sino que al boxeador, se
le tilde de bueno, malo, regular o pésimo de acuerdo a la nacionalidad
que tenga. Y más aún, del poder de ventas en PPV. Ahora, esa es la
medida, hay peleas como eventos principales en cada evento de PPV, que
no son más que una sesión de sparring y que estos sujetos, son incapaces
de diferenciar.
Es lamentable, pero vengo diciendo esto
desde hace ya un buen rato. Al boxeo como deporte de combate, lo
recuperaremos solo cuando se extinga esta generación ciega que como un
semáforo, solo tienen tres colores, y surja otra con la gama más amplia,
y que no permita que su cerebro sea manipulado por maquinarias
mediáticas que terminaron convirtiéndoles en una masa a la que se les
empuja y a la que arrebataron el juicio y la propiedad de discernir por
ellos mismos.
Al cubano Guillermo Rigondeaux, la
providencia le dio un enorme caudal de talento, el cual fue pulido y
trabaja para realizar peleas en las que, se le critica no por que haga
uso de ese talento, sino porque a veces, resulta abusivo el que lo haga
de forma tan pasmosa. Pero, la pelea más importante de Rigondeaux no es
contra sus rivales, el combate más importante que tiene el cubano, es
intentar devolverles los ojos a ese monstruo de mil cabezas, que cual
Ciclope, trata en vano de ver el talento que posee el cubano, pero que
con un solo ojo es difícil verlo…tarea titánica la de Rigondeaux!!
Este es un comentario de prueba
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