jueves, 7 de agosto de 2014

Guillermo Rigondeaux tiene una tarea titánica

Terminamos cansados de leer tanta incoherencia junta, cuando se habla de Guillermo Rigondeaux. La pregunta que nos surgió luego de ver como destruyo a Sod Kokietgym en Macau, China, fue. ¿Qué se habría dicho de Rigondeaux, si no se levantaba del golpe que lo envió a la lona contra Nonito Donaire?….seguramente, aquello terminaría por convertirse en la tapa que le faltaba al pomo, para discriminar al que es en nuestra opinión, el mejor exponente del boxeo en todas sus divisiones y probablemente el mejor LxL del momento.

Ahora resulta, que los fanáticos que pidieron a gritos que el cubano cambiara su estilo por uno más agresivo. Son en este momento, quienes se rasgan las vestiduras, luego de ver como el Chacal, termino a un peleador que subió al ring más Cagado que palo de gallinero, a una pelea en la que se le dio el trato que debía recibir, por parte de un boxeador infinitamente superior. Luego, si la pelea se ponía vieja, y Rigondeaux no terminaba a este inferior rival como suponíamos debía hacerlo, seguramente las críticas no bajarían de aburrido e incapaz hacia Guillermo Rigondeaux.


Definitivamente, estamos convencidos que viajar tantas millas para pelear menos de un minuto, no solo era insustancial sino que también era improductivo. Rigondeaux, llego a esa pelea en la que no tenía absolutamente nada que ganar, al contrario, todo lo que podía sacar eran aspectos negativos frente a un rival de baja calidad puesto que, aquellos que deberían ser los rivales naturales del cubano, han tomado una actitud poco menos que vergonzosa, al aludir pretextos insustanciales para no enfrentarle.

Esta pelea no tiene aristas por donde analizarla. En todo caso, en nuestra opinión, era una pelea de “Burro amarrado, contra Tigre” en la que casi de antemano, estábamos seguros del resultado. Sin embargo, el hecho de que un peleador que llego a sobrevivir como Kokietgym, y al que antes de cada pelea se le recuerda que “debe protegerse en todo momento” terminó por salpicarla al punto de que ahora, no solo se le adjudica el cartel de aburrido a Rigondeaux, sino que le puso otro de “sucio y antideportivo”…a veces me pregunto, qué debe hacer este boxeador para ganarse el respeto de ese monstruo de mil cabezas que es la fanaticada?

Nos resulta hilarante y al mismo tiempo jocoso, leer opiniones de personas que antes de esta pelea de Rigondeaux, esperaban con ansias ver cómo el combate se alargaba para sustentar una hipótesis que les fue insertada en sus débiles mentes, por un par hombres que durante largo tiempo, les han manipulado a su antojo y que de paso, les venden, les han vendido y les venderán fantasías amparados en los colores de una bandera y con el único propósito de llevarlos cuales corderos, a las taquillas y a sus teléfonos, para ordenar los eventos que arman en torno a ídolos prefabricados.

Guillermo Rigondeaux termino con este tipo de rival, como se supone él debe hacerlo. Esperar menos que eso, solo nos daría pie para asumir que el cubano, no tiene lo que se ha pregonado durante mucho tiempo y que está lejos de ser considerado uno de los mejores en todas las divisiones. Quienes no logren digerir esta verdad que es del tamaño de un rascacielos, está muy lejos de ser llamado un fanático del boxeo. Obviamente, ahora vemos como, aquel fanático que independientemente de sus raíces o nacionalidad, era capaz de ver las cualidades de un boxeador, paulatinamente fue extinguiéndose y surgió esta nueva generación a la que construyeron amparada en los colores de una bandera y que poco sabe de este ni de aquel boxeo.

Hoy todo el boxeo que vemos y que veremos, pasa tristemente por ese filtro. Quienes manejan los hilos de este deporte, se aseguraron de que el boxeo no, sino que al boxeador, se le tilde de bueno, malo, regular o pésimo de acuerdo a la nacionalidad que tenga. Y más aún, del poder de ventas en PPV. Ahora, esa es la medida, hay peleas como eventos principales en cada evento de PPV, que no son más que una sesión de sparring y que estos sujetos, son incapaces de diferenciar.

Es lamentable, pero vengo diciendo esto desde hace ya un buen rato. Al boxeo como deporte de combate, lo recuperaremos solo cuando se extinga esta generación ciega que como un semáforo, solo tienen tres colores, y surja otra con la gama más amplia, y que no permita que su cerebro sea manipulado por maquinarias mediáticas que terminaron convirtiéndoles en una masa a la que se les empuja y a la que arrebataron el juicio y la propiedad de discernir por ellos mismos.

Al cubano Guillermo Rigondeaux, la providencia le dio un enorme caudal de talento, el cual fue pulido y trabaja para realizar peleas en las que, se le critica no por que haga uso de ese talento, sino porque a veces, resulta abusivo el que lo haga de forma tan pasmosa. Pero, la pelea más importante de Rigondeaux no es contra sus rivales, el combate más importante que tiene el cubano, es intentar devolverles los ojos a ese monstruo de mil cabezas, que cual Ciclope, trata en vano de ver el talento que posee el cubano, pero que con un solo ojo es difícil verlo…tarea titánica la de Rigondeaux!!

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