La pelea Ríos-Chaves nos dejó un sabor
amargo no solo por el desenlace, sino por la indolencia que vimos
durante una pelea donde el boxeo no hizo acto de presencia, tanto en el
público como en los encargados de narrarnos ese bodrio. Ver a estos dos
sujetos, lanzarse golpes como dos Neandertales, nos recordó el daño que
le han creado a una fanaticada poco ávida de la técnica y elegancia que
debería destacarse. Pareció una vulgar riña de cantinas en las que el
más grande impone su fuerza sin ton ni son. Que según nos parece, son
apuntaladas por los hombres de la TV que se supone debieran ser los
primeros detractores de tales espectáculos.
Qué sucede con el boxeo en estos días?
Tratamos de ver en qué momento llegamos a esta situación, y todo señala
al PPV y la TV. Los números de ventas en PPV y Rating de TV son en esta
época, la medida para determinar qué tan bueno es un boxeador. Este
disparatado parámetro, obliga en algunas ocasiones a los interesados en
aquellos números a través de sus medios de comunicacion, a crear en
algunos sectores de fanáticos, percepciones que están muy lejos de las
habilidades técnicas y físicas de cada peleador.
La noche anterior, en la trasmisión de
HBO de la pelea Ríos-Chaves donde el argentino terminó descalificado.
Vimos a un referí (Drakulich) realizando una de las peores actuaciones
que recordemos. Y además, fuimos testigos de que los comentaristas de
HBO, parecían estar viendo una pelea diferente a la que trasmitían al
narrar hechos que no reflejaron las performances de los peleadores. Pero
lo que más nos asombró, fue advertir que ninguno de los locutores hizo
algún comentario post pelea sobre la pésima actuación del réferi.
¿Luego nos preguntamos…porque razón
estos comentaristas actúan como si nada extraño sucedió? La respuesta
que encontramos fue que no podían hablar mal de la actuación de
Drakulich, sin herir a una afición considerada de las más fuertes dentro
del boxeo en Estados Unidos. Debemos reconocer que Brandon Ríos tiene
una base de fans muy grande en USA, él tiene seguidores en México
también, y esa base de fans compra sus peleas vía PPV o las ven en las
trasmisiones abiertas de HBO. Ellos simplemente son números!!
Más tarde, descubrimos que todo se
resume a números. En esta época el boxeo como dulce ciencia quedó en el
pasado, las generaciones nuevas ven en el boxeo únicamente una noche de
entretenimiento. La pasión fue suplantada por los fríos números y los
más interesados en esos números, les dan un trato que les deja más
vacíos cada día. Sin embargo, quedan todavía fanáticos del boxeo con
pasión, son pocos pero aún se pueden ver. Lamentablemente, creemos que
esta generación está marcada, ellos llevan en su frente el sello PPV,
HBO o Showtime…solo cuando estos fanáticos del boxeo retornen a ver en
los boxeadores sus habilidades y no sus números de ventas o ratings,
regresará la Pasión a relevar esos números, que ahora no les dejan ver
aquello que nos muestra cada peleador en sus combates.
Fue obvio entender por qué Diego Chaves
no “debía” derrotar a Ríos. Argentina está muy lejos y la base de
fanáticos de Chaves no es numerosa. No deseamos insinuar nada que no
sepamos o que no hayamos visto en el pasado. Nuestra opinión se basa en
lo que ahora se utiliza para medir la popularidad y el alcance que tiene
cada boxeador, el mercado al que pueda llegar es muy importante, son
los fanáticos y el tesoro que ellos representan para la TV lo que
determina que tan bueno es el producto. Esta vez los interesados en
aquellos números, eligieron un referee para que hiciera un trabajo que
se le llamó sucio en los viejos días, para poder limpiar los números del
futuro, y matar de forma lenta pero segura, al fanático del buen boxeo.
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